Érase que se era, un buen día en San Sebastián que se prestaba a paseos y cháchara de las buenas. Pero nos tropezamos, así, casi por casualidad, con una exposición muy agradable que podéis disfrutar hasta el 27 de marzo en la Sala Kubo del Kursaal. El objeto de la exposición, San Sebastián, cómo no.
He de decir que las primeras obras litúrgicas del santo no me llamaron en especial la atención, pero, una vez dentro de la sala principal descubrí, lo que en algún periódico de cuyo nombre no puedo acordarme titulaban como "San Sebastián: de mártir a superstar". Y es que nada más entrar me encuentro con dos obras de Pablo Pérez Mínguez dedicadas al santo, cómo no, todo muy Homoerótico (como bien repetía la audioguía). La mayor parte de las representaciones del santo eran desde esta perspectiva: hombres fornidos, bronceados y depilados posando cual mártir, que, para los que no lo sepáis, forma parte del imaginario colectivo homosexual.
Pero también daban cabida a otras representaciones: el mártir como mujer santa oprimida por las supuestas labores propias de su sexo, e incluso el mártir encarnado por Odón Elorza en una simpática colección de caricaturas de éste.
No puedo poner fotos de las obras que más me gustaron porque no las he encontrado en la red (y me da miedo escanearlas del folleto), pero en el vídeo se puede ver una escultura que nos fascinó de Carmen Calvo. Si pasáis por allí alguna tarde tranquila de tiempo primaveral, no dejéis de visitarla cuando empiece a esconderse el sol por detrás de Urgull.